Adentrarse en el mundo del juguete de hojalata es irrumpir en un espacio fascinante. Los que fueron compañeros de juegos infantiles en el siglo pasado se han convertido hoy en obsesión para coleccionistas. Estos increíbles objetos se mueven entre el mito, el coleccionismo y las antigüedades.
Para comprender el interés que despierta el juguete de hojalata y los altos precios que alcanzan en las subastas no hay que perder de vista que estos objetos son eso, juguetes. Fueron diseñados para atraer y entretener a los niños. Y cuando un juguete cae en manos de un niño puede ocurrir que sea amado y cuidado, pero también maltratado y cercenado. Y aquí reside su verdadero valor coleccionable: no fueron concebidos para ser coleccionados sino para usarse sin límites. Como resultado, los originales que han sobrevivido hasta la actualidad se cotizan a un alto precio y mucho más si mantiene el embalaje original.
En La Casa Chiquita te proponemos un paseo desde sus orígenes hasta su declive para comprender el papel que ocupa en la historia pero sobre todo, para entender el resurgir actual y cómo un rudimentario ingenio mecánico compite con juguetes de avanzada tecnología. ¿Te apetece conocer algo más sobre este tema? Te animamos a hojear el artículo completo que hemos dedicado a este tema en el Blog de La Casa Chiquita. Hasta pronto.