En La Casa Chiquita damos cobijo a una princesa en forma de linda conejita. Con su castillo, su cama y fantásticos edredones deberá enfrentarse al difícil reto de conciliar el sueño tras el naufragio del barco en el que viajaba. ¿Adivinas a qué vamos a jugar?
La princesa y el guisante es un cuento de hadas del escritor danés Hans Christian Andersen y publicado por primera vez el 8 de mayo de 1835. A diferencia de otros cuentos suyos y con finales realmente trágicos como El soldadito de plomo (donde el protagonista es quemado), La pequeña cerillera (donde la niña protagonista muere del frío del invierno) o La sirenita (donde la sirenita protagonista muere y no logra que el príncipe se enamore ni se case de ella), La princesa y el guisante sí tiene un final feliz.
La interpretación contemporánea de este clásico infantil muestra a la mujer como el personaje principal del cuento y no como un mero complemento en la obra. Una mujer lo bastante valiente para sobreponerse al viento y al naufragio, lo bastante fuerte como para imponerse al mar Báltico, con la bastante sangre real para no dejar de notar el guisante y lo bastante educada para no quejarse hasta ser preguntada. En definitiva, juguetes para educar en los sentimientos y en los valores. Bienvenidas a La Casa Chiquita.